
El objeto popular al consumismo
Lo kitsch, conocido como el placer de lo horrendo, el arte de lo horrible. Un calificativo que va mucho más allá de lo feo, es la esencia misma del mal gusto llevada a su máxima expresión a través de objetos, en su mayoría inútiles pues ni siquiera cumplen la función para la que fueron creados. Supera esa definición elevando a los altares todo aquello que nos duele a la vista, hiere el criterio estético. Un objeto kitsch es tan horroroso que nos agrada, nos atrae irremediablemente y una vez te atrapa puede llegar a ser parte de la cotidianidad. Este fenómeno lo vemos en la actualidad a través de la televisión y demás medios de difusión. Este trabajo artístico que es producido para satisfacer el gusto popular, que no busca ningún valor moral ni avanzar hacia una nueva estética.
Los objetos kitsch están fabricados en plástico y decorados con colores brillantes y/o purpurina. Pese a ello se aceptan añadidos de cristal, metal, textil o metacrilato siempre que ayuden a engrandecer el objeto en cuestión. Generalmente en su base encontraremos grabada o pegada la inscripción 'Made in China', independientemente del lugar donde haya sido adquirido.
Antiguamente todo lo que tenga relación por el “mal gusto” se lo rechazaba y criticaba en la actualidad ha tomado una nueva connotación y es representada en los mass media como un símbolo de lo bello, lo sublime y es acogido de la mejor manera; un ejemplo a colisión es la novela BETTY LA FEA, que barrio con el mejor rating a nivel nacional, y tubo cobertura a nivel internacional, fue una producción diferente, novedosa, innovadora; la esencia de la novela cobra vida al resaltar como bello lo grotescamente feo, y es la imagen del personaje tan kitsch, fuera de lugar, y para la estética se podría decir que esta aut. Sinembargo es el centro de atracción y atención donde entorno a este gira la novela. Al inicio causo controversia pero los medios le dieron el encuadre necesario para que sea del gusto de los televidentes, de sus consumidores.
Desde siempre se ha valorado La imagen de lo bello y perfecto en la mujer de la pantalla grande, pero, en la modernidad la imagen de la mujer se redujo a lo común, cotidiano y por esta rezón sufre un rechazo en la sociedad, ya que su aspecto físico deja de ser el centro del todo, y pasa a un segundo plano; donde la personalidad cobra vida y los sentimientos es lo que importa, el grado de sensibilidad por las personas, es decir: así su aspecto cause horror, su gran corazón, y sensibilidad, al actuar enamora a los televidentes y demás espectadores, cautivando así el lado sentimental de la audiencia y obteniendo un mayor impacto en la masa.
En conjunto con lo anterior podemos hacer una relación con el beneficio que busca los medios de comunicación y es crear la ideología de un hombre masa, surge a partir de José Ortega y Gasset, en su monumental obra “La rebelión de las masas” describe la paradoja del hombre en los tiempos actuales. El hombre masa cree que el bienestar que disfruta gran parte de las poblaciones occidentales es debido a la simple evolución, como si no hubieran existido creadores, inventores, sacrificios, tragedia, éxitos, iniciativa, creatividad, competencia y, sobre todo, valores individuales.
El hombre masa, desasido de todo, vacío, indiferente, ha perdido la moral. Vive, sin querer ninguna atadura, sin responsabilidades. Termina por eliminar la obligación moral y también la comunitaria, sin influirle la moral social. Para él, no hay ninguna obligación de naturaleza solidaria. Ha eliminado la conciencia de actuar para los demás. Ignora cualquier obligación y solo reclama derechos pero no tiene conciencia de sus deberes y responsabilidades. Y como tener moral es “conciencia de servicio e integración” su conducta será inmoral o amoral. Pregona la solidaridad sí, pero con los recursos del Estado. Nunca arriesga los propios. Y tiene la audacia de decirse “social”.
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